Finanzas locales, su seguro

13 / Abr / 2020

Foto ASF-David ColHoy a la presencia del inicio de una crisis económica mundial, generada en el exterior, como ha sido el caso de otras como la de 2009 cuando la crisis financiera nos llegó como crisis fiscal con afectaciones importantes a las finanzas públicas. Paralelamente se dio la pandemia del H1M1. Mucho se escribió sobre el tema, uno de los impactos, por ejemplo, se dio con la caída de las participaciones respecto a lo estimado, caída que rebasó los 40 mil millones de pesos, que en el caso de estados y municipios, pudo ser compensada con dos mecanismos, uno el uso del FEIEF, esto es el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, que solo tenía 24 mil millones de pesos ese año y se recurrió a una “potenciación” para compensar el resto. Esto es, se concretó un acuerdo de la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales y se contrató deuda a nombre de todos los estados, que dos años después fue pagada en su totalidad.

Hoy este Fondo tiene alrededor de 60 mil millones de pesos y esto facilita el que las finanzas de estos dos órdenes de gobierno, cuya dependencia de las transferencias federales, es más que evidente, puedan sortear la crisis de ese momento.

Claro, los problemas estructurales de la dependencia fiscal de estados y municipios aún se viven hoy. Como he comentado, alrededor del 90 por ciento de sus ingresos provienen de transferencias federales, con las asimetrías naturales de un País tan desigual como el nuestro.

Adicionalmente hoy más que nunca tenemos que vigilar que los recursos se gasten con eficacia y probidad, a eso apuestan los avances en las nuevas tecnologías, que ya permiten que la ASF pueda hacer auditorías electrónicas, que tengamos la información disponible y a tiempo en medios electrónicos, que podamos contar con el tiempo real y que debido a la propia crisis, estamos cambiando nuestros métodos de trabajo y comunicación.

Acabo de hablar con muchos colegas latinoamericanos, los problemas son comunes y los avances para avanzar también, simplemente algunos tenemos avances más importantes.

Ya he comentado el buzón electrónico, las auditorias adelantadas, la coordinación con la Fiscalía General – digo mejor, porque no existía-, el trabajo sin contratar despachos para las auditorias, etcétera.

La vigilancia del gasto, es hoy todavía más importante, para evitar que en estos momentos se materialicen tentaciones de corrupción.

Un tema que viene al cuento es que se quejan estas empresas del retraso en los pagos por parte de los gobiernos locales, al respecto hay experiencias internacionales para garantizar `lazos de pago correctos, más o menos dos meses, el pago transparente y sin recorte, así como la caridad del proceso de contratación.

Ello impacta, por supuesto, en nuestro grado de competitividad, por ejemplo, México ha mejorado su índice de competitividad mundial en los últimos años, de una muestra de 140 países seleccionados. Según informes del Foro Económico mundial, y del Banco Mundial en su estudio de DOING BUSINES 2019.

Hoy estamos ante una emergencia nacional y mundial, y se entiende que no se apliquen los procedimientos tradicionales, esto es que no se realicen licitaciones, la vida de la población así lo requiere y en la ASF lo tenemos claro, y lo consideraremos así en el momento de la fiscalización.

Dentro del entramado institucional de rendición de cuentas de nuestro país, la ASF tiene una posición privilegiada que le permite brindar una perspectiva global sobre la operación del aparato gubernamental en los tres órdenes de gobierno, respecto a diversas materias, entre las que se encuentra la calidad de las contrataciones públicas y hoy es una prioridad apoyar las finanzas municipales.

David Colmenates Páramo



¿Y los municipios?

03 / Abr / 2020

Foto ASF-David ColUn tema recurrente, que no es nuevo, es el de cómo fortalecer las finanzas estatales y municipales, por un lado, con un mejor reparto de las responsabilidades recaudatorias en materia fiscal, de asumir por parte de los tres órdenes de gobierno su responsabilidad fiscal y ponerse a recaudar lo que la Ley les permite; ya que en los órdenes estatal y local la mayoría no asume como tarea prioritaria la recaudación de impuestos. Por supuesto que son varios los que sí se ocupan de la tarea recaudatoria, pero más le apuestan a lo que alguien llegó a llamar “el padrotismo fiscal”.

Pero también tienen ambos órdenes de gobierno que gastar bien, con eficiencia, con probidad, transparencia y responsabilidad en lo que la sociedad necesita. Hablar de una descoordinación del pacto fiscal de los ochentas, como han señalado algunos gobernadores, no es un algo sencillo, ni viable para todos, cuando sabemos que el desarrollo desigual hace que pocos estados tienen el potencial productivo y recaudatorio para ser autosuficientes, no solo por sus débiles administraciones fiscales, también porque por lo menos entre seis y ocho están agobiados por fuertes cargas financieras de deudas elevadas y fuertes pasivos con acreedores locales, heredadas, por cierto.

No es secreta la fuerte dependencia fiscal de los estados, un promedio del 90 por ciento, hay algunos que no llegan al cinco por ciento de ingresos propios, gastan fundamentalmente con recursos de transferencias federales, sean las participaciones o las aportaciones que representan los mayores porcentajes.

Cierto también que es necesario replantear el Pacto Fiscal, que se hizo desde los ochentas para, a través de la centralización de facultades recaudatorias, hacer dependientes a los estados. Hubo épocas como cuando en 1990 para 1991 se cambia la fórmula de distribución de participaciones por acuerdo y consenso de las entidades federativas, fórmulas impulsadas por los estados de menores ingresos, particularmente Oaxaca.

En 2004 se realizó la primera Convención Nacional Hacendaria o de las Haciendas Públicas con más de 300 acuerdos por consenso, pero con la ausencia en las votaciones de los congresos estatales y el Federal, este último muy participativo, pero sin asumir compromisos.

Desde la Cámara de Diputados se ha planteado desde 2019 una nueva Convención, la cual es necesaria, pero en este momento, inoportuna, dada la crisis mundial con secuelas fuertes sobre el continente, incluido México.

Pero sí se puede avanzar en revisar la situación de las finanzas municipales, que reciben un poco más del cinco por ciento de las participaciones, muchas veces jineteadas, escamoteadas y no pagadas por los gobiernos estatales, no todos por supuesto, pero sí hay casos que la memoria no deja olvidar.

Su situación es muy precaria, por ejemplo, en cuatro estados del sureste: Oaxaca, Puebla, Veracruz y Chiapas, una zona fiscal se encuentra la mayoría de los mismos, la mayoría son rurales, por ejemplo, el 96.7 de Oaxaca, el 86 por ciento de Puebla, el 77 por ciento de Veracruz y el 78 por ciento de Chiapas.

Recordemos cómo en 2009, cuando la crisis financiera importada, se descubrieron las omisiones de dos calificadoras –vean en Netflix La Gran Apuesta– se aprovechó el FEIEF, esto es el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, pero como la caída llegó casi a los 50 mil millones de pesos, se tuvo que “potenciar” el mismo, esto es, contratar un préstamo por parte de todos los estados, que no es una mala opción en este momento.

Por otro lado recordemos que el año pasado se compensa la caída de participaciones respecto a lo estimado con recursos de este Fondo, casi 40 mil millones, de los cuales, correspondían, por lo menos, el 20 por ciento a los municipios. Estamos revisando si se les pagó porque en 2009 muchos estados no lo hicieron.

David Colmenares Páramo



Ante la crisis, oportunidad de cambio

27 / Mar / 2020

Foto ASF-David ColEn la Auditoría Superior de la Federación, ante la situación que vivimos, tomamos medidas importantes para coadyuvar en la contención de la pandemia, cuidando la salud de nuestros compañeros, pero sin parar el trabajo de la institución. No podemos relajar la fiscalización superior.

Dentro de las medidas que se adoptaron se emitió un acuerdo para suspender los plazos y términos legales en relación a los terceros. De igual manera, se estableció una mecánica para que, con el apoyo de las nuevas tecnologías, una parte importante del personal, pueda trabajar desde su casa, de acuerdo a planes de trabajo preestablecidos, reportes entregables diarios y semanales, con lo que las diversas áreas de la ASF cumplirán con sus funciones además de que estarán plena y continuamente comunicado e interactuando en reuniones de trabajo virtuales, discusión de asuntos, etc.

No obstante, una parte del personal relacionado con ciertas actividades que no se pueden interrumpir, como es el caso de las notificaciones para inicio de procedimientos resarcitorios, las áreas correspondientes de la ASF han continuado trabajando al 100 por ciento en las instalaciones de la Auditoría con las debidas providencias para proceder a notificar a personas que, en su momento, deberán comparecer ante la Auditoría.

Cabe señalar que dichas notificaciones esta semana se han estado realizando a lo largo del país, con una gran responsabilidad y cuidado por parte de los responsables de realizarlo.

La interacción con otros entes no se ha interrumpido, por ejemplo, las acciones previas al inicio de la fiscalización de la Cuenta Pública 2019.

Lo anterior porque los cambios tecnológicos en materia de comunicaciones han permitido que los individuos y las organizaciones puedan interactuar a cualquier hora desde cualquier parte del mundo. No es casual que a nivel mundial está comprobada la necesidad de que los entes fiscalizadores como la ASF, utilicen estas aplicaciones tecnológicas ante contingencias como ésta. Ello fue evidente en las reuniones de fin de año de la OLACEF y del INTOSAI, reuniones que ya he podido comentar.

En la ASF no hemos parado nuestras actividades, no estamos de vacaciones, por el contrario estamos tratando de superar la crisis para avanzar en la mejora tecnológica de sus actividades, sin retrasos en nuestras responsabilidades.

Por ejemplo, contamos ya con el Buzón Fiscalizador, y en lugar de una prueba piloto con el estado de Querétaro, lo extenderemos a la mayoría de las entidades federativas, trabajando directamente, sin molestar incluso a las auditorías estatales que también pasan por una problemática parecida.

Los procesos de planeación, auditoría y seguimiento de esta instancia superior de fiscalización, se encuentran consolidados en un sistema de control integrado y desarrollado por la propia institución a las que se le adhieren otras aplicaciones que en conjunto facilitan esta labor.

Con todo lo anterior, queda demostrado que con una buena organización, con el uso de la tecnología y tomando las medidas preventivas adecuadas, se puede hacer frente a esta situación sin dejar de realizar las funciones que nos corresponde; en síntesis, la ASF no ha parado, está en marcha.

Por otra parte, esta lección, dolorosa lección, puede y debe provocar un cambio profundo en nuestra forma de enfocar el trabajo y la convivencia social, todos somos parte de la solución, o también podemos serlo del problema.

Hoy la ciudadanía puede accesar a nuestros informes y actividades a través de nuestro sitio web y de nuestra app ciudadana, el reto es vincularnos con los entes auditados y otras instituciones de manera digital para que frente a estas crisis con mayor facilidad.

David Colmenares Páramo